lunes, 1 de marzo de 2021

 UN LECTOR NO NACE...SE HACE


    El hábito de la lectura es un gran estímulo a la creatividad, imaginación, inteligencia, y a la capacidad verbal y de concentración. Para lograr estos beneficios, los niños deben oír historias lo antes posibles, y se recomienda además que lo hagan con disciplina (a una hora fija que puede ser antes de acostarse o después de comer). No es necesario esperar a que el niño lea para tener contacto con los libros. A los más pequeños se les deben leer una y otra vez aquellos que nos pidan, sin delimitar sus gustos, diversificando los temas y materiales y valorando el tiempo que dedicamos a la lectura.

CÓMO CONTAGIAR EL INTERÉS POR LA LECTURA

-Lo primero: para que algo funcione, hay que creer en ello.
-Crear en casa un ambiente de lectura (que nos vea leer, pero no de forma exagerada si nunca lo hemos hecho). 
-Leerle nosotros.
-Contarle cuentos e historias
-Hablar sobre libros (comentando el interés/o incluso aburrimiento, que nos provoca lo que estamos leyendo en ese momento). 
-Explicarle algún pasaje que nos parezca adecuado del libro que estamos leyendo nosotros. 
-Leer también los libros que recomendamos a nuestro hijo (para conversar sobre ellos).
-Buscar temas que conecten con sus aficiones.
-Suscribirle a revistas infantiles y juveniles. 
-Convertir la tele en una aliada, no en un enemigo (hay libros interesantes sobre series, películas...de actualidad). 
-Conocer la biblioteca pública, clubes de lectura… 
-Incluir en las salidas de compras una vuelta por una buena librería
 -Tratar de averiguar qué tipo de lector es nuestro hijo y respetar sus ritmos (hay algunos que no paran hasta que han acabado el libro, y otros más calmados...también los hay nocturnos y diurnos) 
-No empeñarse en que le guste lo mismo que a sus padres.
 -No utilizar refuerzo (regalos, chuches…) para que lean. No es efectivo 
Y lo más importante, no impacientarse si estas estrategias no funcionan a la primera.


                                    UN LIBRO PARA CADA EDAD

 Para los que todavía no leen, de 2 a 4 años 
    Disfrutan de todo lo que despierta su curiosidad. 
    Les gusta ver las imágenes a medida que se narra la historia. 
    Es conveniente que el formato sea pequeño y la encuadernación robusta.
    Les encanta ver libros con desplegables, pestañas, pop-up.
    En cuanto al contenido, son de temas tanto imaginativos como de la vida cotidiana.

 Para los que empiezan a leer a leer, 6 a 8 años 
    Es la edad de la fantasía. 
    Comienzan a soñar, a experimentar, a sentir miedos...
    Les gusta todo tipo de cuentos. 
  Seguirá predominando la imagen, pero el texto puede ocupar un lugar destacado. 
   Los temas de su interés son los animales, la magia, las historias familiares y los clásicos. 

Para los que ya leen bien, de 8 a 10 años 
   La imagen deja de ser un complemento para facilitar la comprensión y los relatos crecen en extensión e intensidad. 
    Aún así el libro tiene que ser atractivo. 
  En cuanto a los temas, mezclan la fantasía con la realidad, les gustan las aventuras de pandillas, exploradores y héroes, de ciencia-ficción, narraciones detectivescas y de misterio.

 Para los de 10 a 12 años 
    Muchos de los libros que leen a esta edad son los que les mandan en el colegio, sin embargo, ya tendrán sus temas de lectura preferidos. 
   Al acercarse a la adolescencia desarrollarán sus hábitos de lectura y aprenderán a leer varios géneros  de texto (artículos, libros informativos, poesía, novelas, historias…) Con ello aumenta su vocabulario y utiliza la lectura para buscar información.

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