martes, 16 de febrero de 2021

"No soy todo lo que ves, ni ves todo lo que soy"

 



INTELIGENCIA, ALTAS CAPACIDADES Y SOBREDOTACIÓN


La inteligencia es una capacidad mental que incluye distintas habilidades (razonar, planificar, resolver problemas, pensar de forma abstracta, comprender ideas complejas, aprender con rapidez y aprender de la experiencia)

Al hablar de sobredotación, tradicionalmente se ha hecho referencia al cociente intelectual obtenido a través de la aplicación de pruebas estandarizadas de inteligencia (Stanford-Binet, WechslerMcCarthyK-ABC,etc.). 

Pero el concepto de altas capacidades no se basa de forma tan estricta en el CI global, sino en la existencia de habilidades especiales destacadas de cada individuo. La detección basada en puntuaciones cuantitativas se considera un criterio diagnóstico tan manido que va perdiendo en relevancia y ganando en detractores.

  Así como para el diagnóstico de la discapacidad intelectual no es criterio único la puntuación obtenida en distintas pruebas estandarizadas, sino que se ponen en valor otros aspectos de adaptación, autonomía, conducta, etc.… del mismo modo deben entenderse las altas capacidades. No son solo un CI muy superior a la media, o una creatividad hiperdesarrollada, sino una combinación de distintos factores, una excepcionalidad en aspectos concretos de la Inteligencia (atendiendo a la Teoría de inteligencias múltiples de Gardner) y, especialmente, una alta demanda e intensidad extrema.


                                                    LA INTENSIDAD

De las personas con altas capacidades aprendí qué significaba la palabra “intensidad”, y me enseñaron la importancia de reconocerla e identificarla para comprender y poder gestionar las emociones propias y ajenas.

  La intensidad determina las características de todas las personas, nuestra motivación y emoción por las cosas, siendo el motor que nos empuja a decidir en las encrucijadas que vamos encontrando. Al final, ¿no es sino la pasión lo que nos guía en el devenir de la vida?

  Los alumnos con altas capacidades se muestran como esponjas en la adquisición de contenidos de su interés, vehementes en la defensa de sus normas y principios, empáticos hasta el extremo con las vivencias de otros seres y tan emocionales que llegan a parecer sobreactuados.

  Para comprender lo que esto implica, es paso previo crear un conflicto cognitivo en el que se desmoronen los mitos y falsas creencias por las que creemos que las altas capacidades se corresponden con: lenguaje erudito, aptitudes artísticas y musicales innatas, conocimientos muy elevados de todo tipo de temas, interés reducido a temas científicos y culturales, preferencia por la interacción con adultos, precocidad en el desarrollo de determinadas competencias, …etc.

  A los niños y niñas con altas capacidades (porque sí, también hay un alto porcentaje de niñas, pero en su mayoría se ocultan inconscientemente, respondiendo más a roles sociales que a sus vivencias de intensidad), les gusta el deporte, los videojuegos, bailar, hacer la colección de cromos de moda, escuchar raps, practicar coreografías en el patio, y sobre todo salir a jugar y mancharse en el parque.

  No les gusta, al igual que al resto, realizar tareas repetitivas, que se reste importancia a sus emociones y argumentos, y otras tantas cosas que, de acuerdo a su desarrollo intelectual y moral (que suelen ser de varios años por encima de su edad cronológica) consideran una pérdida de tiempo y obedecen más bien a la necesidad del adulto de guiar de forma constante las acciones del niño.

 

                       PREVALENCIA Y DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL.

  De acuerdo a los datos estadísticos del Ministerio de Educación y Formación Profesional, tanto en el curso 2017-18 como 2018-19, el porcentaje de alumnos detectados se sitúa en el 0,4%, habiéndose incrementado ligeramente su diagnóstico tan solo en el caso de los varones.

La menor prevalencia en el caso de las niñas es algo que responde más a factores culturales que intelectuales. Estadísticamente, la representación puede ser igual o incluso mayor en mujeres que en varones, pues son más precoces e intuitivas, factores vinculados a la alta capacidad. Pero existe una tendencia a la discreción, influidas probablemente por un componente de psicología evolutiva.

Según el Informe Marland (EEUU, 1971) y que es de gran importancia al ser de los primeros que distinguía talentos y sobredotación, la cifra debería suponer entre el 3-5% del alumnado total.    

  Para solventar esto es fundamental promover la información en la población general, y en particular, la formación de los perfiles profesionales que intervienen directamente con la infancia (educadores, profesores y personal sanitario). Conocer las características emocionales del alumnado con altas capacidades nos permite entender el porqué de ciertos comentarios, actitudes, conductas y habilidades, que se ha venido relacionando hasta ahora con Trastorno de Défict de Atención e Hiperactividad, trastorno de conducta, Trastorno de Espectro Autista, etc.

 

                                     RESPUESTA EDUCATIVA

De acuerdo con la legislación vigente “Corresponde a las Administraciones educativas adoptar las medidas necesarias para identificar al alumnado con altas capacidades intelectuales y valorar de forma temprana sus necesidades” (LOMCE 8/2013 art. 72)

Sin embargo, a pesar de que las sucesivas leyes de educación insisten en la necesidad de identificar a los alumnos superdotados y de altas capacidades para poder darles la educación más adaptada a sus necesidades, la realidad en España viene dictada por los criterios de diagnóstico y atención educativa determinados en la normativa de cada comunidad autónoma.

Según las estadísticas más recientes del Ministerio de Educación y Formación Profesional sobre los últimos cursos, a nivel nacional no existe un criterio unificado para la identificación de los alumnos con altas capacidades intelectuales.

Esta disparidad se debe a:

– Teoría de los Tres Anillos de Renzulli, en ocasiones mal interpretada, por la cual se exige a los alumnos que demuestren alta capacidad, alta creatividad y alto rendimiento, excluyéndose a miles de estudiantes susceptibles de presentar estas necesidades porque se encuentran desmotivados o no poseen una alta creatividad al reducirla a creatividad artística

– Evaluación únicamente a partir de los 12-13 años, de acuerdo a afirmaciones erróneas  que sostienen que la inteligencia no se consolida hasta esa edad.

– Ausencia de criterio concreto y de normativa específica, dejando la decisión de evaluar a los estudiantes en manos del tutor, que en su mayoría no tiene formación específica y confunde las altas capacidades con alto rendimiento escolar.


                                                CONCLUSIONES

Supone un reto tanto incrementar la detección de este alumnado como establecer medidas, de manera interdisciplinar e inclusiva, para adecuar la respuesta educativa y social. 

Dichas estrategias no se reducen a ampliación y/o flexibilización, sino que hay que atender aspectos relacionados con las habilidades sociales e incluso reforzar prerrequisitos de aprendizaje, ya que coexiste en algunos casos la “doble excepcionalidad” y en un mismo alumno puede darse una capacidad muy por encima de la media, pero también dificultades de aprendizaje que impidan desarrollar su potencial. Se hace necesario e imprescindible para el logro de estos objetivos trabajar desde la colaboración entre los distintos sectores de la comunidad educativa.

 

“Superdotación no es lo que haces o lo mucho que trabajas.

Es lo que eres.

Piensas de manera diferente.

Experimentas la vida con mucha intensidad.

Te preocupan las injusticias.

Buscas el significado a todo.

Aprecias y persigues la excelencia.

Eres extremadamente complejo.

Eres muy sensible.

Eres completamente fascinante.

¡Confía en ti mismo! 

Traducido de Linda Silverman

 

REFERENCIAS  

-Jeanne Siaud-Facchin (2014) ¿Demasiado inteligente para ser feliz? Ed. Paidós.

-Carmen Sanz Chacón y colaboradores (2020) Informe sobre la educación de los superdotados y altas capacidades en España: Desde el Fracaso Escolar a la Excelencia Educativa, por Comunidad Autónoma

-Mengual, Elena. (2012) ¿Y si mi hijo es superdotado? El Mundo.es

-Linda Kreger Silverman (2012) . Giftedness 101. Springer Publishing Company


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